jueves, 20 de febrero de 2020

TESTIMONIO

Entre la espada y la pared

EL SACRIFICIO POR LLEGAR AL ÉXITO

A veces hay que dejar de lado el confort que nuestros padres nos han dado y salir en busca de nuestros sueños. Tal vez, desempeñarte o hacer algo que no va contigo es un pequeño esfuerzo que realizas para lograr tus objetivos

Me llamo Alejandra y tenía 23 años cuando al fin pude ingresar a Eifa (escuela de teatro) a realizar mis estudios en el campo de la actuación. Al principio mis padres no me apoyaban, ellos querían que siga una carrera que me ayude en un futuro a realizarme profesionalmente y poder sustentarme e independizarme, eso era lo que me detenía a pensar si lo que estaba a punto de decidir era lo más acertado y asegurarme de que el día de mañana no me iba arrepentir.

Después de que mis padres aceptaran mi decisión inmediatamente me anime a realizar todos los trámites para el ingreso, al principio fue duro, tuve miedo de fracasar en lo que más quería y que me digan que ya me lo habían advertido. Una vez que entre todo fue mejorando. El ambiente, mis compañeros, mis profesores y todo lo relacionado a la academia me encantó.
Todo iba bien hasta que cuando cursaba segundo semestre mis padres me quitaron el apoyo económico, porque estábamos pasando por delicados problemas de dinero y esta escuela de artes es un poco costosa. Fue entonces que decidí buscar un trabajo para no tener que retirarme ahora que ya estaba estudiando. Nunca pensé que era tan complicado conseguir empleo y llego un momento en que me desespere y creí que lo más conveniente era dejar la escuela de artes porque sabía que ya no iba a poder pagar. En ese entonces cuando ya me desanime totalmente llego la oportunidad que estaba esperando. Me llamaron de una guardería para trabajar con niños pequeños, la verdad me sorprendió mucho porque de tantas carpetas que envié y entregué en distintos lugares jamás pensé que me llamarían de ahí. Me habían recomendado entonces fue por eso que me llamaron. La verdad no me lo esperaba, ya había trabajado antes con niños porque cursé un semestre en parvularia y pues me di cuenta que eso no era lo mío, era lo que mis papás querían para mí, fue por eso que me retire porque sabía que iba a fracasar.

Acepte el trabajo porque necesitaba, al principio fue difícil. Es increíble pensar que puedo tener paciencia con todo mundo pero mi inconveniente era con niños. Poco a poco me tuve que adaptar al ambiente y saber que el sacrifico o esfuerzo que estaba haciendo era por lograr mis verdaderos objetivos, cumplir mis metas. No me arrepiento de la decisión que tome, mis padres me apoyan y eso me impulsa a seguir adelante, saber que no estoy sola y que los tengo incondicionalmente aunque no les guste al cien por ciento que estudie actuación saben que eso me hace feliz.


Dato: 
Actualmente tiene 25 años de edad.
A los 20 años ingreso a estudiar auxiliar de parvularia.


Autora: Erika Tandazo

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