P: ¿Cuáles fueron las materias en
las que más se desempeñó en el colegio?
R: Es increíble, pero antes de salir a la universidad yo
era una persona de pocas palabras. No podía expresarme mucho en público. Pero
siempre fui buena en Educación Física, me encanta hacer deporte. Incluso
representé a mi colegio en la selección de baloncesto y tengo muchos trofeos
gracias a eso.
RP: ¿Y cuáles fueron sus peores
materias?
R: La Literatura e Historia. Y no porque no me gustaban,
era porque no las entendía. Puede ser porque no tuve buenos profesores en el
colegio o eran muy estrictos y causaban temor.
P: ¿Qué fue lo más difícil de ser
mujer en la escuela y colegio?
R: Siempre estudié en una escuela y colegio de mujeres, así
que no le veo la parte difícil de ser femenina como tal. Es más, cuando terminé
el colegio me sentí triste porque fue la mejor etapa de mi vida.
P: ¿Cómo fue su vida universitaria
al estar inmersa en un grupo mayoritario de hombres?
R: Desde que salí de colegio quería entrar a una universidad
que siga siendo solamente de mujeres, pero lamentablemente no había. Así que
entré a la Universidad Tecnológica Equinoccial, gracias a mi madre que me
pudo solventar una educación privada; y la verdad no noté tanta diferencia.
Posiblemente sea porque en esa época, la carrera que yo decidí seguir tenía
como mayoría a las mujeres, casi no había varones en mi facultad. Incluso,
nosotros éramos las que molestábamos a los cinco o seis hombres que tomaban
clases con nosotras por el más mínimo error que tuvieran.
P: ¿Quién o quiénes le sirvieron
como influencia para haber querido seguir una carrera universitaria?
R: De mi familia no, nunca. Mis padres tenían el dicho
de: “las mujeres se me quedan en la casa a servir, y los hombres se me van a
trabajar”. Aunque siempre nos decían que teníamos que ser alguien en la vida,
así que como era la única de mis ocho hermanos a la que le gustaba estudiar,
pues seguí ese camino hasta llegar a ser quien soy.
RP: Si no fue en su casa, ¿Entonces dónde?
R: Cuando una es estudiante, siempre admira a algún
maestro y por tanto quiere llegar a ser como él o ella en un futuro. En este
caso mi maestro Jorge Becerra, profesor de Lectura en sexto curso fue mi
modelo a seguir. Era un narrador por excelencia, y por él me enamore de lo
que hoy es mi profesión, comunicar.
P: Después de su graduación de
tercer nivel ¿Tuvo problemas para entrar en el ámbito laboral por su calidad
de mujer?
R: Por ser mujer no, pero si viví el típico cuento de la
estudiante recién graduada que no consigue trabajo por ser joven. Gracias a
Dios pude conseguir un trabajo acorde con mi profesión, y aunque empecé con
un sueldo mínimo y puesto incomodo, hoy por hoy soy jefa de un grupo de más
de veinte hombres en toda una oficina.
P: ¿Qué consejo puede brindar a las
mujeres para sobrevivir en una dura vida universitaria?
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R: Nunca digan: “esto no puedo, aquello no me
gusta…” No, uno aprende de todo en esta vida, y siempre hay que hacer las cosas
de buena manera. La universidad no es dura, si lo que estudias es en verdad
aquello que te gusta.
HOJA DE VIDA:
Comunicadora. Tiene una licenciatura en Relaciones
Publicas por la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE). Gerente y
trabajadora del Centro de Comunicaciones del Grupo Metro por más de veinte y
cinco años.
FRASE: “Nunca he sido
excelente en notas, pero siempre tuve una pasión muy fuerte por estudiar”.
Blanca Jiménez. Comunicadora.
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Escrito por: Juan Pablo Carrera
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