Perfil: Arturo Orna

Arturo es el último de seis hijos

El hombre que ha transformado su enfermedad en éxito

Orna ha cumplido con sus objetivos familiares, personales y laborales, a pesar de los obstáculos.

Al llegar a la casa de Arturo notamos dos cosas esenciales: varias fotos con su familia y un cuadro de Jesús, pintado por él. Nació en Quito, el 25 de abril de 1969. Sus padres nacieron en la provincia de Chimborazo. “Ellos me inculcaron el esfuerzo y el trabajo”, mencionó. Desde joven se tuvo que contraponer a distintas enfermedades. Hoy puede decir que no son una barrera, ya que ha conseguido sus principales metas.

Arturo Orna estudió en la escuela San Andrés y en el colegio La Salle. Aún le duele su paso fallido por la carrera de Medicina en la Universidad Central del Ecuador, pero recuerda feliz que, por esta situación, pudo conocer a su esposa. Adriana Núñez, ahora con veintiún años de casados, rememora ese momento en la fiesta de novatos de la carrera.

Posteriormente, estudió la carrera de su sueño: Psicología, graduándose de Psicólogo Industrial. Su casa es la Empresa Púbica Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito (EPMAPS). Los pasos han sido largos, pero exitosos: llegó como analista y consiguió ser gerente de área. “Realizaba análisis de puestos y pasé a evitar una huelga, negociar contratos colectivos y ayudar a gente que lo necesitaba”, afirma con una sonrisa en su rostro.

La EPMAPS, en una entrevista en su revista institucional, resalta que se incorporó como pasante y ha llegado a ser gerente. Además, marcan la importancia que les da a los trabajadores, como la base de la empresa.

No quiso tocar el tema de su familia a profundidad, pero con voz entrecortada nos decía que por ellos es su lucha diaria. Sus dos hijos y esposa son personas en las que resalta sus valores e inteligencia. Observando el jardín de su domicilio, añora el momento en el que llegue su jubilación, pagar por completo su casa, compartir con tranquilidad con su familia y recuperarse de sus temas de salud.

FRASES

 “A los 19 años, los médicos decían que mi expectativa de vida era corta”.

“En mi trabajo, no conozco la palabra corrupción”.

Autor: Carlos Orna