jueves, 20 de febrero de 2020

Entrevista 
Más de 40 años de carrera periodística y docencia

Roque Rivas: “Siempre habrá periodismo”

El catedrático inició su oficio en 1975, fue editor de La Hora y El Expreso, tiene experiencia en radio y actualmente se dedica a enseñar periodismo.

Además de ser un sobresalinte periodista y catedrático, también fue un excelente padre, a pesar de haber tenido 4 o 5 trabajos, siempre dedicó tiempo para sus hijos y su esposa.
En cuanto a sus libros, contienen valiosas técnicas para realizar textos periodísticos que deberían ser más usados y reconocidos por la Facultad de Comunicación Social.
Siempre le ha gustado tocar la guitarra, la guitarra y la radio han sido sus pasiones.

1.¿Qué le motivó a estudiar la carrera de periodismo?
La idea era estudiar ingeniería en Portoviejo, aprobé el preuniversitario, algunos profesores pidieron materiales y no tenía plata. Entonces cambié y aprobé el preuniversitario de economía, pero la universidad suspendió las clases, viajé a Quito y me encontré con un amigo que estudiaba periodismo, me comentó que las clases estaban empezando, yo tenía 5 años en radio, así que me acerqué a la Escuela de Periodismo. Desde ahí inició el periodismo.

2. ¿Cómo fue su experiencia estudiantil en la carrera de periodismo?
 Tenía un grupo para socializar trabajos. Tuve espacio en dos radios: Radio Noticas y radio El éxito. Además creé un periódico para la residencia (del que fue presidente), este periódico se llamó “El desafío”

3. Después de la universidad, ¿cuáles han sido sus especializaciones profesionales?
Asistí a un posgrado de textos de opinión en Argentina. Viajé a Brasil, Perú, Costa Rica. Gané un beca a Estados Unidos para conocer periódicos de algunos estados.

4. ¿Cómo inició su experiencia laboral?
Egresé en el 83 y busqué un sitio para pasantías. El periodista Carlos Moscoso me aceptó, estuve varios días como pasante, y me comentaron que diario La Hora necesitba un periodista. Obtuve el contacto de Juanita López, editora del diario, la llamé y desde ahí soy editor de La Hora. Luego me llamaron a trabajar en El Expreso, laboraba por las mañanas en La Hora y por las tardes en El Expreso. En estos medios escribí de todo tipo de géneros periodísticos.

5. ¿En qué radios ha trabajado, y cuánto tiempo dedicó a estos medios?
Radio Chone, Radio Noticias, El Éxito, San Francisco y la Radio de la Unión Nacional de Periodistas. Trabajé 15 años en radio.
¿Qué función cumplía en estas radios? Repregunta
Siempre comenté noticias, entrevistas, reportajes y crónicas.
6. ¿ En qué medios le gustó trabajar más?
Me gusta más la prensa escrita, pero también la radio, la radio es una pasión.
7.¿Cómo inició su carrera como docente de periodismo en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador?
Juan García, el decano de la facultad, me invitó en el 94 para dictar la materia de Equipos para prensa escrita, pero renuncié por falta de tiempo. Despúes regresé y dicté por 18 años la materia de Deontología. También dicté la materia de Redacción periodística I y II y actualmente Periodismo I y II.
¿Cuánto años lleva como docente? Rp
25 años (para ser precisos 26 años).

8. A lo largo de sus 44 años como periodista, ¿qué experiencia laboral le ha gustado más: ser periodista o docente?
En La Hora di la vida, fui editor, jefe de información y todos los oficios periodísticos, enseñar también es bueno. Me gustan los dos, pero los medios es mejor porque se tiene muchos contactos.

9. ¿Qué significa para usted ser periodista?
Como decía García Márquez, el mejor oficio del mundo. Un oficio que a veces necesita sacrificios, pero la vida es eso… Estoy contento que la vida me enseñó el periodismo.
Hoja de Vida
El catedrático Roque Rivas nació el 20 de julio de 1955 en la parroquia de Danda, provincia de Chone. Se trasladó a Quito en 1978 para estudiar periodismo en la Escuela de Periodismo de la Universidad Central del Ecuador.Tiene experiencia en medios impresos, radio y en la docencia. Ha sido galardonado con dos Premios Nacionales de Periodismo. Un premio por sus 25 años de labor en diario La Hora. Fue condecorado con un Premio Nacional de “Nuevas Tecnologías” entregado por la UNP. Su novela “Pueblos fantasmas” ganó el segundo lugar en un concurso de la Universidad Central del Ecuador. Además recibió un premio por su texto “Diez pasos para escribir una crónica”.
Frases: Los periódicos son escuelas para enseñar periodismo”.

               “ Los periódicos pueden cerrar      mañana, pero los periodistas buscarán
                 caminos para subir contenidos”.

Dato: Participó en 100 talleres de periodismo.
Por: Fernanda Rodríguez


Adrán Gusqui es uno de los periodistas musicales más jóvenes de Quito

“A veces solo quiero vivir mis veintiún años”
Adrián, después de un día de grabación.    Foto:Tábata Argüello

Gusqui encontró un balance entre incursionar en el periodismo, manejar Indie Criollo y ser fanático musical.
Adrián Gusqui, un ser seguro, raro y muy ordenado como él se describe, es uno de los grandes exponentes del periodismo musical en la escena independiente de Quito. Con su medio Indie Criollo ha encontrado una manera de expresarse y de apoyar a la industria ecuatoriana.

¿Cómo surgió Indie Criollo?
Surgió porque estaba un poco deprimido acerca de que no creaba nada. Era el tercer semestre de la universidad y eran las vacaciones de Navidad, el 31 de diciembre del 2017. Tenía una foto de José Orellana del Verano de las Artes y solamente me gustaba la música, hice una infografía y solo creé el sitio. El término indie criollo salió de una conversación muy autóctona de los adolescentes que ahora da un poco de vergüenza, pero siento que fue una etapa muy mía que está bien representada.

¿Cree que la edad ha sido un factor para que las personas a las que entrevista lo vean con seriedad?
Ha sido algo raro. La gente me ha tratado bien, otros me miman porque he tenido mucha suerte. También dicen que físicamente parezco de más edad, entonces no hay problemas. A veces, te das cuenta de que te falta mucha experiencia. En general, lo más difícil de superar es el nivel de conocimiento musical, de ahí la edad no es un problema. Me gusta ser chamo, la verdad.

En relación al tema de la edad, ¿ha tenido alguna mala experiencia en el campo laboral causado por este factor?
Creo que más que experiencia, ha sido una costumbre con la gente que representa a músicos. No creo que sea un discriminante por la edad, sino por el medio, que no tiene seriedad y algunas personas creen que me dedico cien por ciento a esto, cuando tengo la universidad de por medio. 

¿Recuerda su mejor experiencia en esta trayectoria?
Sí, creo que la de Rocío Fuentes ha sido la mejor. Confió en mí. Creo que Polimusic (sello discográfico) ha confiado bastante en mí y agradezco bastante eso porque yo no soy fotógrafo, no soy un productor audiovisual, sin embargo, Rocío me ha dado bastante chance de producir segmentos a la banda insignia de su sello. Ese es el mejor ejemplo de personas grandes y serias que tienen fe en jóvenes.

¿Cómo se ve en el futuro? Tanto en su proyecto como en su carrera periodística
Ahora ya tengo un equipo, Martín y Tábata. Antes, cuando no había equipo, mi plan iba a apagar el proyecto cuando me gradúe e ir a vivir a Argentina, calmarme en el periodismo porque cuando algo es obligatorio ya no me gusta. De grande quiero escribir en Vice, un medio hípster. Quiero tener mi tienda de discos.


“Indie Criollo no tenía un objetivo más qie diversión, pero luego, se transformó en una manera de buscar validación y ambición”.
Adrián Gusqui, 2020

Adrián Gusqui tiene 21 años, comenzó en el periodismo musical hace dos años con la creación de Indie Criollo. Actualmente cursa el séptimo semestre de periodismo en la Universidad de las Américas. Aparte de Indie Criollo, trabaja como fotógrafo de La Máquina Camaleón, de PoliMusic y es redactor en 220V Música.

Redactado por: Tabata Argüello 

 Testimonio 
El sendero de los atados de dulce

Mi abuelo era un arriero

Se podría decir que lo que les voy a contar es una mezcla ecléctica de mis recuerdos, que a su vez son los recuerdos que mi papá me contaba acerca del trabajo de su padre.

Cuando mi padre y yo solemos ir de caminata por el campo siempre me cuenta historias de su vida, pero la que más me ha rondado en la cabeza es la de mi abuelo que, por cierto, nunca lo conocí. Y aunque cuando era una bebé mi abuelo dijo que era su nieta fea, yo no le tengo rencor.
Mi papá me había contado que, desde muy pequeño, junto a sus 5 hermanos, se convirtieron en hombres de la casa porque por 15 días su padre, es decir mi abuelo Luis Alfonso Rodríguez Flores se encaramaba a un macho.
Cuando mi papá me dijo – “Se trepaba a un macho” –. Yo le dije ¬ – ¡¿Un macho?! – Un poco cansado de mis preguntas (porque soy muy curiosa), me dijo – verás - y me dio una reveladora clase de biología con toques de misticismo – El macho y la mula nacen de una yegua y un burro, un romo nace de un caballo y una burra –. Pero papá, por qué el macho y la mula no pueden tener crías – Los mayores dicen que la mula fue maldecida por Dios, en lugar de calentar el pesebre del niño Jesús se comió la paja y desde ahí ya no puede tener crías.
Se llaman machos porque son muy fuertes, muchísimo más que los caballos, pero eso sí, mi abuelo Luis les dejaban a los machos en el páramo para que descansen y coman por 15 días. Cuando tenían que bajar a los animales al pueblo, su séquito de hijos lo acompañaba, porque, así como eran de fuertes, eran de indomables, tan indómitos que atraían hasta los rayos, así murió uno de ellos; le partió un rayo.
 Una vez que conseguían que bajen las bestias (como las decía mi abuelo) del páramo, se echaba a caminar a Inta con sus 6 machos y a veces con algún hijo, pero siempre llevaba un poco de comida que su esposa le alistaba en su bolsa. Mi abuelo se montaba en una yegua madrina , y desde allí arreaba a todos sus machos, he ahí la palabra: “arriero”.
Las bestias de carga caminaban por caminos muy estrechos, que cuando los alcanzaba la lluvia, estos se convertían en verdaderos obstáculos. Una vez cuando ya estuvo de regreso a casa con las cargas, un macho se resbaló por el piso mojado, solo se escuchó un estruendo, el abuelo se acercó un poco al precipicio; el macho muerto y la carga estropeada.
Pero bueno, no nos adelantemos, el viaje hasta su destino comercial le tomaba 6 días de ida y 7 de regreso, dependiendo del temporal.
 Una vez que llegaba a Inta, compraba atados de dulce (así se llamaba la panela antes), pero no esa panela molida que venden ahora, era sólida como un banco.
Inta es un pueblo de clima templado en el que se cosechaba caña de azúcar para la fábrica de dulce. El Abuelo solía decir que sabía que estaba cerca de Inta cuando empezaba a oler a dulce.
Descansaba una noche y antes de despuntar el alba, uno tras de otro, tomaba sus machos cargados de los atados y regresaba a su casa, dejando atrás el endulzado aire.
En las noches se guarecía del frío en los tambos, que eran más o menos como hoteles que brindaban comida para el arriero y pasto para los animales. Muy en la mañana ponía la carga de dulces en lomo de sus seis machos y emprendía el viaje hasta el próximo tambo.
Mi papa decía – Nosotros (él y sus hermanos) ya lo veíamos que venía desde lo lejos y esperábamos con ansias que ya llegara, porque a veces nos traía alfeñiques y como antes no había golosinas como ahora, eso era un verdadero manjar–.
Mi abuelo dormía mucho, al día siguiente dejaba a los machos en el páramo y regresaba a casa a restablecer el orden por sus días de ausencia.
El destino del dulce en manos de mi abuelo había terminado, ahora la posta la tenía mi abuela, ella cargaba los atados de dulce en la yegua y luego se iba al pueblo cercano a venderlos. Se sentaba en la plaza y con la noche terminaba la venta, a oscuras regresaba a casa con unos cuantos reales.
 Así termina el viaje de un arriero, los arrieros no solo eran comerciantes de dulce, eran de todos los productos que necesitaban los pueblos y las grandes ciudades. Si de casualidad alguna vez miras un camión transportando alguna cosa, recuerda que detrás de ellos, se encuentra la historia un arriero y su macho.
Hay que andar ligero, ligero para ser arriero
Por: Fernanda Rodríguez
Perfil 

Un alma tranquila y vibrante

Marianita, no la santa, pero sí una madre abnegada

Ella es Mariana de Jesús Navarrete Flores. Sus padres fueron Daniel Navarrete y Virginia Flores. Nació el 21 de mayo de 1936 en Coyagal, un pueblo casi fantasma. Solo cursó la primaria, actualmente es una viuda y ama de casa.

Aún se puede ver los restos de lo que algún día fue su casa, entre los matorrales se logra vislumbrar los adobes y las maderas carcomidas.

Aún se logra ver la belleza que los años se llevaron; entre sus arrugas y cabellos blancos se logra entrever sus mejillas carmesíes, su tez suave y sus ojos cafés claros que parecen haber mirado con tibieza la vida.
El petricor y el olor a rosas mojadas conduce a su nueva casa, detrás de la puerta su voz tenue rompe el silencio. Su caminar ni muy rápido ni muy lento, quizá el caminar del tiempo, la lleva a sentarse a un sillón junto a su perro que empieza a juguetear, debajo de sus piernas se encuentra otro perro muy viejo, del que vaticinan muerte pronta e inevitable.
Con una voz dubitativa dijo: - nací el 36 de… 1936-. Aunque al principio parecía que la memoria le estaba fallando, muy pronto tomaron vuelo sus recuerdos del salón en el ángulo oscuro, de su dueña tal vez olvidados, silenciosos y cubiertos de polvo, emergieron sus más tristes y felices remembranzas esa tarde de un frío febrero.
 Marianita como la llaman muchos, cumplirá 84 años este 21 de julio.
Ella es la sexta de sus nueve hermanos, dos ellos ya fallecidos. Su infancia
comenzaba todos los días al despuntar el alba, arreglaba su cama. Descalza, traía el agua del poguio para el desayuno, luego veía el ganado y los chivos. Cerca de la escuela, había un molino del que salía agua caliente, ahí Marinita se lavaba sus pies para que el maestro no la pegue por llevar los pies sucios.
Marianita confió uno de sus más dolorosos recuerdos de su infancia a Lucía Navarrete, su sobrina. Lucía, entristecida, contó que su tía sufrió mucho en la niñez, había dos niños que mentían a sus madres que Mariana y su hermana Matilde los pegaban, después las madres de estos niños iban hasta la casa de las pequeñas hermanas, más tarde a Mariana y a Matilde les esperaba una buena tunda. Pero eso no es lo peor dice Lucía, un niño inquieto como el diablo, que le decían Tintirillo se orinaba en los chales de las hermanitas y luego las lanzaba a las espinas cuando iban de camino a la escuela.
No sabía que en 1953 su vida cambiaría para siempre. La zozobra reinaba en sus pensamientos, un hombre a lomos de un caballo llegó a Coyagal. Feliza Encalada, una conocida de Marianita develó cómo fue el abrupto pedido de mano – los padres de la señora Marianita pusieron en fila a todas las hermanas, mientras tanto el hombre agreste, como si tratase de comprar algo, señalaba con el dedo a cada una de las muchachitas y decía << esta no, esta no >>, finalmente se quedó con la más joven.
 Apenas a sus 17 años, fue arrancada de su hogar, en contra de su voluntad se caso con Luis Alberto Navarrete Alemán y se mudó a la casa de sus suegros en Malchinguí.
 Antes de darle el sí, Marianita entre lágrimas le imploraba a su madre que rechace la propuesta de matrimonio y la deje vivir con ellos. Pero ella enceguecida por la supuesta riqueza que poseía este hombre, no dio el brazo a torcer.
Asustada por la posible imprecación de su madre, aceptó todo lo que sus padres le dijeron que haga.
- No se vuelva a preocupar por mí, así como me regala a un hombre.
Tres años vivió con sus suegros y cuñadas solteronas, desde que puso un pie en esa casa, su vida fue un tormento, ellas solían cocinar con carne y a Marianita le entregaban el hueso raspado para que cocine, cuando ya estaba la sopa se llevaban hasta el hueso. A pesar de todo no les tenía rencor:
- Ellas pensaban que eso sería un golpe duro, pero no, porque el alimento está en la sopa y no en la carne-. Dijo Marianita.
Cansado de tanta humillación, Luis construyó una casa lejos de su madre, ni siquiera había puertas y así se pasaron a vivir. De todas maneras hasta allí los seguían las cuatro cuñadas: Rosario, Etelvina, Esther y Delia. Ellas ordenaban todo en la casa y Marianita con el carácter suave y sutil dejó que la dominaran. Sus cuñadas incluso le decían cuánto de harina debía utilizar para hacer pan.
Poco a poco se divorció de la familia de su esposo, aunque al principio, Mariana no sentía afecto por Luis, después le llegó a tener voluntad y tuvieron 8 hijos. Pero la cuasi felicidad no le duraría por mucho tiempo, pronto descubriría que su esposo la engañaba, él quería deshacerse rápido de sus hijos para poder irse tranquilamente con su amante, sacándolos de su propia casa.
Un día Marianita pasaba por el pretil del pueblo y desde el otro extremo Matilde Barrera la insultaba, pero ella no dijo ni una sola palabra, no se rebajaría a la amante de su esposo.
Aunque su personalidad es como agua calma en medio de un huracán, ella hizo lo que ninguna mujer del campo haría. Con la mancera en mano, araba con la yunta, Marianita afirmaba que esta labor es muy fácil, dejando incrédulas a más de una mujer.
Empezó a labrar la tierra desde que su esposo falleció. Luis era mayor con 19 años para Marianita y murió a los 56 años con lo que pareciera cáncer de pulmón.
Aunque no lo dice en palabras, quizá por sus buenos valores, sus ojos decían que la muerte de su esposo fue liberadora.
Llevaba en su vientre un bebé cuando enterró a su esposo, desde ahí empezó el trabajo duro, su vida se convirtió en trabajo; o estaba en la cocina o estaba labrando la tierra.
Ella quería un mejor futuro para sus hijos, así que decidió educarlos, incluso fue pionera en la construcción de más aulas para el recién creado Colegio Malchinguí. Vivió penurias durante los años de colegio y universidad de sus hijos, pedía prestado dinero por aquí y por allá para poder abastecer económicamente a sus hijos.
Marianita es un rostro de docilidad y bondad, pero también fuerte y abnegada a la hora de cuidar a sus hijos. Una mujer que enfrentó la soledad, la humillación, el machismo y la violencia, pero que al final del día siempre tiene una sonrisa para dar.
Aunque su cuerpo muestra cansancio, ahí que la ven sentada en su banquito, junto a la chimenea, mientras pela papas, vuelve a encerrar sus recuerdos en el ángulo oscuro y empieza a cocinar la merienda para sus tres hijos, dos nietos y una nuera que viven con ella.
Mi mamá me pegó dos veces, y en la última paliza me dijo que si no me casaba me iba a maldecir.
Por: Fernanda Rodríguez

TESTIMONIO

LA PERSONA INDICADA LLEGÓ A MI VIDA

EL DÍA QUE CONOCÍ AL AMOR DE MI VIDA

No había pasado mucho tiempo desde que terminé mi antigua relación y de repente apareció esa persona que hizo cambiar mi forma de pensar, actuar y amar.

Había terminado una relación hace cinco meses cuando toda esta historia empezó.Pensé que no  iba a encontrar a una persona con la cual me sintiera completa ,pero al final la vida se encargó  de ponerla en mi camino.
Todo sucedió una tarde mientras me encontraba observando un partido de fútbol en mi barrio. Él ingresó a la cancha como un jugador más a demostrar su talento, pero jamás pensé que ese día iba marcar mi vida radicalmente hasta la actualidad.
Mi mirada de pronto la tenía él, su forma de caminar, actuar, hablar e incluso sonreír hizo que mi cuerpo temblara ante su silueta. Luego me preguntada  cuál sería su nombre, al final supe que el gran amor de mi vida se llamaba Fabricio, un nombre común y corriente para muchos pero para mí se convirtió en el más importante. Con el pasar de los días empezamos a conocernos más y más, ya no solo eran miradas sino acaricias, aunque los primeros días fueron complicados por mi actitud, poco a poco el amor entre los dos fue creciendo.
Recuerdo claramente nuestra primera cita, se podría decir que la planeamos por mucho tiempo, en mi mente sabía que iba a hacer muy especial y lo fue. Al vernos mi cuerpo se estremeció, no sabía cómo mirar o actuar frente a él, todo era tan extraño que mi actitud fue como el de una niña al ingresar por primera vez a la escuela, toda asustada sin saber que decir pero muy segura de querer conocerlo aún más.
Durante mis 20 años de edad he conocido a varias personas, cada una de ellas muy importantes pero este amor es aún más .Me convertí en una mujer capaz de sentir celos por otra, me sentí amada e importante por primera vez y aunque pasamos varios momentos duros, siento que los dos estamos muy seguros del amor que sentimos el uno por el otro. Basta con un mensaje al día para sentirme bien, muchas veces me he preguntado ¿En realidad existe el amor? Y es ahora que puedo responder, sí existe, lo estoy viviendo con mucha intensidad, sin pensar en un mañana y solo viviendo mí presente junto a él. 

FRASES:

"Muchas veces me he preguntado ¿En realidad existe el amor? Y es ahora que puedo responder, sí existe, lo estoy viviendo con mucha intensidad, sin pensar en un mañana y solo viviendo mí presente junto a él”
 Darlin Toapanta.

“No sabía cómo mirar o actuar frente a él, todo era tan extraño que mi actitud fue como el de una niña al ingresar por primera vez a la escuela, toda asustada sin saber que decir pero muy segura de querer conocerlo aún más” Darlin Toapanta.

PERFIL

NADA EN ESTA VIDA ES COMO QUEREMOS.

MADURAR A LA FUERZA, NO ES TAN FÁCIL.

Paola Cando, con tan solo 21 años de edad, pasó circunstancias muy duras en su vida, incluyendo problemas familiares.

Nada en esta vida es fácil, todo pasa por algo y de eso se trata, luchar y triunfar en ella.
 Paola Cando nació el 22 de Junio de 1999, en Cutulagua. Es hija de un familia muy numerosa, cinco hombres y cuatro mujeres, aunque lamentablemente solo ocho de ellos se encuentran vivos, ya que uno falleció cuando era apenas era un niño. Hijos  de padres que vienen de una época con un pensamiento muy ambiguo, que por su accionar hicieron que varios de sus hijos se casaran con el fin de salir de ese fatal encierro.
Por motivos de trabajo, los padres salían a trabajar muy lejos y prácticamente Paola se quedaba sola en casa, algo que para ella fue el inicio de los momentos más trágicos de su vida. Maduró a tan emprana edad, fue responsable con su tarea y cosas del hogar.
-“Es algo que marcó mi vida por completo, llegar a casa y no tener a alguien con quien conversar”
Con el pasar del tiempo y al ingresar al colegio, se convirtió en una chica solitaria, capaz de vivir en su propia “realidad” y no depender de alguien más para realizar sus cosas .Al principio todo era confuso, vivía en un mundo lleno de burbujas e inclusive evitaba los hombres y actuaba de esa forma porque jamás le habían hablado de cómo era el mundo en realidad.
'“Tú vas cambiando la forma de ver conforme vas creciendo, conoces más persona y te das cuenta de cómo en realidad son las cosas”
Aquel 8 de febrero del 2016, fue una fecha que marcó por completo la vida de ella y de su familia, fue un domingo a medio día donde todo era color rosa y se convirtió en una total pesadilla.
-“Me caracterizo por ser una mujer muy sensible pero al mismo tiempo trato de no mostrar debilidad”
Se encontraba en casa junto a su mamá, de pronto recibió una llamada, era su padre muy asustado y aturdido, Paola no sabía cómo actuar pero lo que más le dejó anonadada fue al escuchar por la boca de su propio padre y decir:“me van a llevar preso porque acabo de atropellar a una señora”. Todos trataban de calmarla y decirle que  iba a estar bien, aunque sabía perfectamente que era todo lo contrario. A partir de esa fecha su vida cambió por completo, ya no era toda alegría, se convirtió en una mujer fuerte, madura que por cuestiones de la vida la obligó a dejar a un lado esa esencia de niña y se transformó en una mujer muy independiente pero sobre todo valiente ante situaciones como las que pasó.

FRASES:
- “Tú vas cambiando la forma de ver conforme vas creciendo, conoces más persona y te das cuenta de cómo en realidad son las cosas.”
Paola Cando.


Autora: Darlin Toapanta 


Indie Criollo es un medio salvador

El trabajo es la cura de todo mal
Cuando te encuentras deprimida, lo mejor que puedes hacer es distraerte en lo que amas.


Si alguien comienza a escribir para un “medio alternativo” como lo es Indie Criollo, lo que más está en la mente son ilusiones. Lo que pasó conmigo fue que me imaginaba cubriendo conciertos todas las semanas, al fin y al cabo, eso es lo que disfruto. 
Al ser una estudiante de Comunicación Social, puedo decir que el periodismo de alguna u otra forma siempre está presente en mi mente. Puedo decir, que de verdad una de las experiencias más gratificantes es poder conjugar lo que aprendo en clases con mi trabajo, que aunque no sea remunerado, lo tomo con total seriedad.
En el momento en que entré oficialmente en el equipo de Indie Criollo, me encontraba en un lugar muy oscuro en mi vida. El mal de todos los males, la ruptura del corazón. Las consecuencias de ser receptora de decisiones erróneas causaron que varias enfermedades como depresión y ansiedad se reactiven en mi cuerpo; es impresionante como todo vuelve, nada se elimina permanentemente. Cuando me sentía perdida, sin ningún motivo de vida, Adrián Gusqui, mi jefe, me brindó esta oportunidad que cambió mis días. 
La plenitud que se siente al escribir una nota, un review de cualquier tema, no se compara con nada, y el hecho de que este sea en el ámbito musical, lo hace mucho más especial. Y lo particular es que con cada nueva cobertura, con cada nueva foto y nota, uno se apropia de estas experiencias y conocimientos que terminan formando a cada persona. De verdad que haber entrado a Indie Criollo, curó mis males. Yo le digo siempre a Adrián, gracias, para el corazón y para la  mente, por haberme llevado a la luz. Es por eso también que asevero que Indie Criollo es mi luz.

“Lo que se viene para Indie Criollo es un programa radial en Wambra, se vienen grandes cosas”
-Tábata Argüello, 2020
“Siempre hay una luz, por más perdida que estés. Y es mucho mejor si la cura se relaciona con algo amado”
-Tábata Argüello, 2020


Tábata Argüello