Una niña emocionada por
vivir
Disfruta de los días soleados
en los que puede jugar fútbol, y comer helado en el parque.
Al
entrar a su habitación, nuestra atención se centra en un librero donde tiene
toda clase de tesoros, desde los juguetes a los libros que más feliz la han
hecho, así lo asegura su hermana Benecir “no le gusta que toquen sus cosas,
se enoja si le llegan a perder algo” (fuente).
La
madera abunda en la habitación desde el suelo hasta el techo, la cama, el
escritorio, la biblioteca y el armario, todo es hecho de madera, lo que
produce un contraste rústico entre su cuarto la tonalidad verde que este
tiene, y las cosas que allí conserva.
Adalía
García (fuente), nació en Quito el
20 de Julio del 2007. Sus padres también quiteños, se separaron cuando ella
tenía 3 años de edad, desde entonces vive con su madre y visita a su padre
los fines de semana.
Realizó
sus estudios iniciales en la “Unidad Educativa Santa Dorotea”, en donde se
mantuvo hasta el último año de escuela. Actualmente se encuentra cursando
Octavo año en la “Unidad Educativa Capitán Alfonso Arroyo”, sin embargo ella
planea volver a su anterior institución.
En
cuanto a su especialización, planea seguir algo enfocado al arte, su mayor
aspiración es convertirse en actriz, contradiciendo el deseo de su madre Leticia Pinto (fuente) quien preferiría algo
relacionado con la administración.
Adalía es una niña tierna y
algo torpe, posee unos enormes ojos saltones verdes, capaces de hipnotizar,
dentro de ellos abunda inocencia y amor, aunque, cuando algo la lastima suelen
cambiar su seño y reflejan señas de dolor. Su cabello es negro, largo y
ondulado, la forma en que cae por sus hombros hace centrar la atención en su rostro y cuello perfilados, creando un bello contraste con su test clara; en cuanto a su contextura tiene una gordura norma, es muy adorable.
Tiene una amplia sonrisa, sus dientes parecen pequeños granos de
choclos. Su risa es elevada y contagiosa, parecería que tiene escalas, va como
en aumento, como si alguien subiera el volumen. Sus manos tiemblan siempre que
está nerviosa, o algo le asusta, se puede evidenciar en sus dedos varios
mordiscos, producto de estas emociones.
Actualmente vive en el sur de Quito junto a su madre y sus dos
hermanos (Benecir y Joaquín), en una casita pintoresca, de mediana extensión.
Lo que más ama de este lugar es el patio, así lo asegura, pues es donde junto a su pastor alemán Lucas
y su hermano Joaquín, juegan en las soleadas o lluviosas tardes que la ciudad
ofrece.
Su atuendo favorito es un pantalón otavaleño que su hermana le
obsequió para navidad, es de tonalidad azul en su mayoría, posee pequeñas
franjas celestes, negras y moradas que hacen que tenga un característico color
“espacial” como ella lo llama. Su comida favorita sin duda son todo tipo de
golosinas y la que menos le gusta es la sopa. Disfruta jugar futbol y salir al
parque a comer helado, jugar baraja y escuchar música (se inclina más por los
ritmos suaves), se declara abiertamente
feminista, y amante del medio ambiente, es una niña multifacética, ella dice
“me gusta mantenerme ocupada y hacer cosas provechosas con mi tiempo libre”
Adalia se encuentra en paso de la niñez a la adolescencia y siente
mucha emoción por descubrir las aventuras que le depara el destino, “aunque ni
yo me entienda, sé que conseguiré hacer algo grandioso e importante” asegura.
“
"Me gusta mantenerme ocupada y hacer cosas
provechosas con mi tiempo libre”
Autor: Benecir Vega.
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