miércoles, 19 de febrero de 2020

TESTIMONIO: Bailar, cambia la vida.

Bailar, cambia la vida.

¿Sabías que en una clase de baile se puede perder entre 250 a 800 calorías en una sola sesión?

Las clases de baile son un ejercicio estupendo para el corazón. Se calcula que se pierden entre 250 y 800 calorías en una sesión de baile esto ayuda a cambiar el estilo de vida de las personas.
Antes que nada, tengo que confesar —con bastante culpa interna—, que jamás me preocupé por mi salud o mi físico hasta que empecé a bailar. Mi nombre es Camila Castillo. Soy estudiante de periodismo y soy bailarina de un grupo de Danza Nacionalista desde hace ya varios años. Siempre me dedique a los estudios —por ende, comer siempre en la calle o cosas grasosas—, y a mi familia, jamás me preocupe demasiado por cómo me veía y por mi resistencia física. Pero, por fortuna, nunca es tarde para cambiar el estilo de vida que se lleva día a día.
Cuando empecé a bailar, en apenas un solo repaso de una hora me daba un grave dolor de piernas y abdomen, y esto provocó que prendiera mis alarmas. Al inicio pensé que era porque no estaba acostumbrada a realizar ejercicio. Fui a visitar a un doctor y me hizo caer en cuenta de la importancia que tienen mis músculos en la vida cotidiana. Creemos que nuestro cuerpo siempre responderá de buena forma a todo lo que le exijamos, pero si no nos cuidamos comienzan a debilitarse.
Y mi cuerpo comenzó a sufrir las consecuencias. Al levantarme por las mañanas sentía mi cuerpo muy pesado y me costaba un poco más. Fue entonces cuando todas las palabras que el doctor me dijo una vez rondaban en mi cabeza, el cuidado en la comida, más ejercicio físico y menos alimento grasoso tendría que estar en mi mente y en mi vida de ahora en adelante si quería seguir bailando.
El único objetivo que tenía en ese momento era mejor mi masa muscular y fuerza, así que me puse manos a la obra y arranqué con el ejercicio. Empecé haciendo una dieta estricta y realizando ejercicios sencillos. Con el paso de los meses, la constancia, la alimentación balanceada, y haciendo mis ejercicios diarios mi cuerpo comenzó a cambiar y a mejorar mi resistencia de a poco. Y caí en cuenta que muchas veces uno pone la excusa de que no tiene tiempo, o que está muy ocupado, pero son excusas simplemente nos gana la pereza. Así que desde hace ya unos años dedico al menos 2 a 3 horas diarias a ejercitarme regularmente, y ya he tomado una rutina que me ha cambiado la vida. Además, alimentarme bien me ha servido para sentirme mejor conmigo mismo y saludable también. 
Y aunque es difícil empezar nunca es tarde y más si amas lo que haces.

DATO: 
Dedico al menos 2 a 3 horas diarias a ejercitarme.

FRASE:
Y aunque es difícil empezar nunca es tarde y más si amas lo que haces.


AUTORA: CAMILA CASTILLO

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