miércoles, 19 de febrero de 2020

TESTIMONIO: Historia de cómo afronte mi enfermedad

Lucha contra el cáncer  

Historia de cómo afronte mi enfermedad

¿Qué pasa por la cabeza cuando te enteras que tienes cáncer, cuando a penas eres un niño? Un joven lo vivió en carne propia y, a modo de catarsis, decidió escribir este testimonio para contar su experiencia.

    Mi nombre es Mateo Briones, soy oriundo Cañar, tengo 18 años y el 26 de diciembre de 2011 me diagnosticaron leucemia mieloide. Por aquella época yo tenía 7 años. Todo lo que hasta ese momento era mi día a día, por supuesto cambió por completo. Fueron momentos duros, tanto para mí, como para mi familia: dudas, miedos, en fin...la búsqueda de la solución inmediata, la cual no existe, pues durante al menos un año, no paramos de entrar y salir del hospital, lo que aun sigue existiendo pero en mínima medida.
   ¿Y cómo empezó? Pues bien, yo sabía que algo andaba mal con mi cuerpo, ya que todo el tiempo me sentía decaído y literalmente parecía un fantasma, por la palidez de mi piel, entonces un 24 de diciembre, celebrando Noche Buena, una tía notó mi tono de piel y le comentó a mi mamá, que no era normal. Al escuchar eso mis padres se preocuparon y dos días después me llevaron a un Laboratorio, para que me hicieran un examen de sangre.
    En la tarde recibimos los estudios, que mostraban que mis niveles de glóbulos blancos estaban  bajos. Mis padres me llevaron directamente al Hospital de Solca, donde luego de unos exámenes médicos, recibimos la noticia de mi enfermedad. Al enterarme, me estaba aconteciendo a mi alrededor, sobre todo la reacción de mis padres, quienes a pesar de estar desconsolado por lo que estaba pasando, ellos siempre mostraron una actitud tranquila, prudente ante mí, para moderar todos los sentimientos que afloraron en esa ocasión y no decaer.   
    Instantáneamente, fui internado en el hospital. Recuerdo que los primeros días fueron los más difíciles, ya que al comenzar con el tratamiento se me puso en aislamiento, donde permanecí por aproximadamente un mes, este hecho implicaba que estaría lejos de mi familia, ya que dicho procedimiento implicaba que solo una persona podía entrar a la habitación y existía un control total sobre toda mi cotidianidad.
     Superada la fase de aislamiento, ahora podía irme a casa, pero me debían inyectar quimioterapias dos veces a la semana y parcialmente debía asistir a controles semanalmente. Con la suministración gradual de las quimios, se me cayó en el pelo en su totalidad, asimismo, tuve un poco de decaimiento, mareos, sin embargo, no supusieron un verdadero impacto, ya que fueron a corto plazo.
     Ya culminada la administración de las quimioterapias durante un mes, tenía que serguir haciéndome constantes controles que iban disminuyendo con el tiempo y con mi estado de salud, en sí, la leucemia estuvo latente en mí, durante unos ocho a nueve años, hasta que un día, en una cita médica, el doctor les dio a mis padres y a mí la mejor noticia. ¨Ya no tenía leucemia¨ . No obstante, el médico recomendó que debía hacerme chequeos cada año para evitar que el cáncer regrese y eso es lo que hago actualmente.
     En general, este padecimiento implicó en mí, una experiencia única de vida, en la que he crecido como persona y me he hecho más consciente y que nunca olvidaré.

Frases
¨Mi vida todavía tiene un futuro y quiero llegar a ese futuro¨.(Briones Mateo)
¨Mi vida sigue adelante¨. (Briones Mateo)
¨Soy una persona más consciente¨.(Briones Mateo)
¨Tras un diagnóstico así, siempre hay un cambio de mentalidad¨.(Briones Mateo)

Autora: Gilary Briones

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