sábado, 18 de enero de 2020

El dolor no impide que terminen de hallar su cuerpo

Créditos: Pamela Benalcázar.


Los participantes de la búsqueda realizaron una toma simbólica del espacio de la Facultad de Educación Física de la universidad con fotografías y pancartas de Natalia. 

El martes 19 de noviembre una comitiva se dirigió al bosque de Miraflores, para encontrar restos de Natalia, desaparecida hace catorce meses.

La arboleda aledaña al sector fue el punto de congruencia en el que familiares y amigos de la desaparecida se reunieron el martes con el fin de encontrar más indicios de su desaparición.
El redondel de la parroquia, ubicado en centro norte de la ciudad de Quito reunió a familiares y amigos de la desaparecida, quienes después se dirigieron al bosque de la misma parroquia para buscar más restos del cuerpo de Natalia. 

Desde el 15 de septiembre del 2018 se desconoce el paradero de Natalia Subía tras salir de su casa ubicada en el sector de San Juan, centro de Quito. Según sus familiares, el sábado a medio día ella se dirigía a comprar medicamentos para el cuadro de ausentismo y epilepsia que padecía, esa fue la última vez que tuvieron contacto con ella. El pasado 5 de marzo hallaron partes del cráneo de Natalia Subía en la Facultad de Educación Física de la Universidad Central del Ecuador. La Fiscalía General del Estado dio a conocer a sus familiares sobre el hallazgo el 14 de noviembre del 2019. “No nos explicamos por qué ellos nunca nos avisaron desde el momento que encontraron el cráneo de mi sobrina”, dijo con lágrimas en sus ojos Rafael Molina, tío de Subía. Sus parientes muestran su inconformidad con los resultados presentados por la Fiscalía después de un año y dos meses de no saber su paradero. 

Compañeros de Isis, hermana menor de la víctima, estudiantes de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Central del Ecuador, acudieron con palos y guantes quirúrgicos al llamado convocado por su compañera y por la FEUE (Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador) quienes en la noche anterior convocaron en su página oficial de Facebook para que la comunidad centralina se una a la causa. Cinthya Chiluiza, compañera de Isis, asegura que están ahí como símbolo de lucha y respaldo a los familiares de los desaparecidos aclarando que no van a alterar las investigaciones. 

Familiares de otros desaparecidos también se hicieron presentes en esta búsqueda. Para Diego Campos, tío de Michelle Montenegro, docente desaparecida hace un año y medio, las medidas que toma la fiscalía para las indagaciones del caso son ineficientes. Además asegura que por motivos del Paro Nacional suscitado en el mes de octubre, las investigaciones del caso se han detenido y que estas son medidas de apoyo para con los demás familiares para recabar más información.

Pese a no encontrar algún indicio de los restos o pistas del recorrido de Natalia, los participantes de la búsqueda realizaron una toma simbólica del espacio de la Facultad de Educación Física de la universidad con fotografías y pancartas de Natalia. “Vamos a exigir que se busque a mi hermana, si es necesario haremos movilizaciones. Queremos que mi hermana tenga una cristiana sepultura y que el caso no se quede en la impunidad”, reiteró Isis. 

8 meses demoró la fiscalía para dar aviso a los familiares que parte del cráneo encontrado era de Natalia.

50 personas acudieron a la búsqueda de los restos de Natalia

Natalia tiene una hija de 12 años que llora la desaparición de su madre.

Familiares de Natalia muestran inconformidad por lentitud en la investigación del caso.

AUTORA: Pamela Benalcázar

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