lunes, 20 de enero de 2020

Casi dos décadas de su fundación, la ayuda aún persiste.



COMEDOR PARA ANCIANOS EN PUENGASÍ, CUMPLIRÁ SU PRIMERA VEINTENA.




Ancianos  reciben el almuerzo después de la misa  dominical
 de la  tarde  en la iglesia  Virgen Peregrina de Puengasi.    (J. Fernández)

Gracias a las donaciones y el voluntariado de jóvenes, es que el comedor de Puengasí para ancianos siga saliendo a flote, a pesar de las crisis. 




El comedor comunitario San Gabriel de la Dolorosa , en el barrio Puengasí, da de comer a alrededor de 35 ancianos con escasos recursos los siete días a la semana, gracias a sus voluntarios.


Desde el año 2000, y a cargo del ex párroco Miguel Ángel Pardillo, la comunidad de la iglesia Virgen Peregrina creó el conocido comedor comunitario para ancianos San Gabriel de la Dolorosa, con la finalidad de brindar ayuda y comida a personas de la tercera edad que no puedan valerse por sí solos.


El comedor inició ayudando a una cantidad de 6 ancianos, dándoles de comer únicamente dos días a la semana, contaban con cuatro personas a cargo de esta actividad que, a su vez, eran personal de la misma iglesia. Guadalupe Vizuete, asistente parroquial y mano derecha del párroco, asegura que el auge de esta iniciativa no pudo haber sido posible sin la inmensa ayuda caritativa del barrio. 


En la actualidad, y después de casi dos décadas, el comedor sigue con las puertas abiertas para brindar ayuda a quienes los necesiten. Incluso, con la llegada el nuevo padre Rafael Sánchez, el comedor de ancianos pasó de ser un grupo común, a asemejarse a una familia que comparte viajes, fiestas navideñas, cumpleaños y actividades recreativas juntos.


Edwin Guaynalla, militar en servicio pasivo y voluntario del comedor, declaró que, a pesar del funcionamiento del grupo, la ayuda comienza a escasear: “hay temporadas en las que ayudan bastante y otras en las que no”. Es por esta razón que el comedor se ha visto forzado en atender únicamente cuatro días a la semana mientras las provisiones y el voluntariado sea bajo.



FRASE:
No sé qué sucede en la parroquia, pero está bajando la ayuda que se les da a los viejitosEdwin Guaynalla. Militar en servicio pasivo. 


Similares comentarios se encontró en moradores y habitantes del barrio, como Blanca Torres, comunicadora y permanente asistente a las misas dominicales, que asegura que la ayuda no falta en ninguna semana, pero la cantidad de personas necesitadas ha aumentado demasiado, e incluso ahora asisten no solo ancianos, sino migrantes, jóvenes de la calle o simplemente adultos que necesitan compañía.


Aún así, el comedor no pierde las esperanzas de seguir con ésta ayuda que se hace a sus queridos ancianos velando por su seguridad y confort. Y poder cumplir así otros veinte años más de fundación. 

CIFRA:
El comedor pasó de atender a 6 ancianos, a 35 ancianos en la actualidad. 


Autor: Juan Pablo Carrera Jiménez.

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